Antes de responder a esta cuestión debemos profundizar en el
papel que juega la escuela en la sociedad actual.
En clase hemos realizado un debate sobre este tema y abunda la diversidad de opiniones. Varias personas coinciden en que la
escuela es un espacio de socialización, otros opinan que la escuela es un lugar
de formación del individuo, y otros sencillamente
consideran que la escuela en la actualidad no aporta nada. Entre estas
opiniones hay otras muchas que también son importantes destacar pero es un
trabajo sumamente largo y a mi juicio
muy difícil determinar.
Comencemos a analizar la situación actual a nivel, más o
menos, general.
Como todos sabemos estamos atravesando una situación difícil,
muchas instituciones en mayor o menor medida se ven afectadas y nosotros
también nos está afectando.
Hablemos de la institución escolar, hablemos de escuela.
La escuela de la actualidad está siendo muy atacada.
Contamos con unas cifras de fracaso escolar muy altas, el absentismo en España
está incrementado. Pero... ¿La escuela aporta algo bueno a la sociedad?
Según mi criterio la escuela está demasiada criticada por
todos los sectores y digo todos por generalizar, que salga quién pueda.
Me permito contestar la pregunta diciendo que la escuela aporta muchísimo a la sociedad, es importantísima
para el desarrollo de todo ser humano. Sí, también es un lugar de socialización donde
todos los niños y niñas tienen la posibilidad de relacionarse, claro que aporta
al niño-a la formación adecuada, da conocimientos importantes para la vida,
ofrece experiencias al alumnado. Todo esto sin olvidarnos de los porcentajes anteriores. Tenemos que empezar a indagar con mucha fuerza y
autoanalizarnos para buscar pistas, causas, consecuencias, que nos ayuden a dar
con la solución del problema.
Permitidme hacer una pequeña incisión que creo es importante
para abordar el tema con mayor profundidad: Analicemos juntos-as: ¿La
reputación de la escuela ha sido siempre la adecuada?
Años anteriores, hace cuarenta o cincuenta años más o menos, la escuela
era una institución importante para la sociedad. Quizás porque no
todos podían acceder a ella o quizás porque existían muchos padres y madres con
apenas formación. También los profesores eran muy autoritarios, las clases eran
magistrales y tenían plenos derechos. Si algún alumno-a se portaba “mal” no
tenían ningún miramiento a la hora de pegarle una bofetada. ¿Funcionaba mejor?
Trasladémonos en el tiempo 40 o 30 años en adelante. La
situación de la escuela en algunas situaciones es desoladora, en algunos casos
repito. La sociedad actual no valora nada la escuela:
primero es una deshonra estudiar la carrera de educación, segundo a los
profesores-as nos atacan de que tenemos muchas vacaciones por lo que somos
unos-as vagos-as y tercero utilizamos mucho la frase que está muy de moda “lo que te enseñan en
la escuela te lo puedo enseñar yo con los ojos cerrados”. Estas opiniones están recogidas por gente de a pie.
Los niños-as ahora tienen muchas posibilidades para ir a la escuela, elegir
tipo de colegio y también hoy en día contamos con el incremento de la formación de la población. El profesorado no tiene autoridad alguna.
Si discutes con un alumno-a ten cuidado que viene la madre o el padre y te
puede “meter un puro” (palabras textuales).
¿Cómo podemos afrontar estos hechos?
Solo puedo utilizar una palabra CAMBIO. Pero esta va acompañada de: conjunto de personas y de implicación.
Debemos empezar a respetar desde los propios padres y madres pues, si ellos respetan al profesor y sus hijos lo ven, estos niños-as se educarán respetando la figura del profesor-a. Pero cuando hablamos de personas, nosotros, yo, no podemos hacer nada. Depende de la personalidad, del interior de cada uno. Para esto necesitamos un cambio de mentalidad.
Quizás incidiendo en el cambio de la escuela podamos lograr una transformación general.
Empecemos con el cambio de metodología. Dejemos las clases magistrales de una vez y probemos a que nuestros alumnos y alumnas hagan la tarea, actividades por si solos-as. Intentemos dejarles que descubran nuevos procedimientos que les lleven a alcanzar los objetivos que quieran. Motivemos al alumnado a que acepten nuevos retos, que utilicen la nueva tecnología sin ningún miedo. Cambiemos el concepto de que ir a la escuela es aburrido por la nueva concepción de que la escuela es un lugar "guay" donde se lo pasan en grande y aprenden mucho más. ¡Pensemos en ELLOS-AS!
Finalizando mi reflexión me gustaría contestar a una pregunta que se hizo en el debate pasado.
Quiero decir profundamente que tengo muchas ganas y mucha ilusión puesta en esta carrera y en la profesión que algún día y estoy segura quiero ejercer. Tengo las pilas cargadas para realizar cosas nuevas, proponer nuevos retos en la escuela. Quiero poner a la escuela boca abajo, quiero ser una herramienta de cambio.
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